Ontromus, mi querida primera obra, se encuentra actualmente publicada y comercializada por Triskel Ediciones. Sin embargo, esto no fue siempre así. En un principio, mi "pequeño monstruo" empezó siendo una novela autopublicada.

 

Al principio del todo, cuando terminé de escribir y revisar mi manuscrito, traté de publicar Ontromus por el medio tradicional: enviándolo a editoriales. Sin embargo, pronto me dejé seducir por la idea de editarlo y publicarlo por mí misma. Así que finalmente me lancé a ese difícil mundo de la autopublicación, valiéndome de un sistema de impresión bajo demanda, en concreto CreateSpace (Amazon) y de la venta del ebook.

Sabía que autoeditar un libro no iba a ser un camino de rosas y que requeriría sus buenas horas de trabajo. Además, no quería hacerlo de cualquier manera: quería hacerlo bien, y conseguir algo que mereciera la pena. Pero todo esto no impidió que empezara el proyecto con ganas y energías —y, sobre todo, con mucha ilusión y optimismo.

Lo primero de todo fue la edición del texto. Aparte de las correcciones a las que había sometido a la novela antes de enviarla a las editoriales, llevé a cabo un par de lecturas más para pulirla del todo y eliminar el mayor número de errores posibles. Una vez corregido, llevamos a cabo la maquetación del libro, durante la cual aprendí muchísimas cosas en las que una ni siquiera se fijaba a la hora de leer cualquier novela en papel. ¡Son tantos detalles a vigilar! Para mí es obligatorio mencionar siempre en este punto de la historia a mi hermana Sara, que disecciona minuciosamente cada uno de los textos que escribo para revisarlo y corregir cada pequeño error, dejando siempre la narración mucho más pulcra y clara (¡gracias por tu paciencia!) y a mi pareja Alberto, quien aparte de tener un ojo infalible para detectar incoherencias y para sopesar la solidez de la trama, el contexto y los personajes, también se encargó del manejo del programa de maquetación y del diseño de la mayoría de los motivos incluidos en las páginas de aquella edición del libro.  Creo que los tres formamos un equipo fantástico.

Después de meses de diseño, maquetación, fotografía, nuevas correcciones y, sobre todo, mucho aprendizaje, el interior del libro y la portada quedaron terminados. Después de todo ello, llegó la parte más aburrida: los trámites (ISBN, número de depósito legal... Todo eso que suena tan apasionante). Después de eso, y tras muchos meses de trabajo, lanzamos la primera edición del libro al mercado en octubre de 2013.

 

La verdad es que no me puedo quejar de aquel periodo. Fuimos de evento en evento con los libros a cuestas, promocionándolos y vendiéndolos por varias ciudades. Aunque no se puede decir que fuese un superventas, fue una etapa muy divertida.

 

Lo que yo no sospechaba es que, a mediados de 2014, surgiría un nuevo camino imprevisto para mi novela. Triskel ediciones se puso en contacto conmigo porque habían leído Ontromus y les interesaba publicarlo. Investigué sobre ellos y comprobé que era una editorial joven que estaba apostando fuerte por los autores noveles nacionales, incluyendo aquellos que habían autoeditado su otra. Tras hablar con el equipo Triskel sobre las condiciones de la publicación, supe que era una editorial de confianza y que sería buena idea contar con ellos para publicar de nuevo mi novela. Así que firmamos.

 

Así que Ontromus continúa creciendo y creciendo en esta nueva etapa con la editorial. Es maravilloso contar con su labor para la promoción y con su respaldo en los eventos en los que participo. Y lo mejor de todo es que aún queda mucho camino por andar para este pequeño monstruo...